La pesca deportiva en general es una de las mejores maneras de desconexión y disfrute que existen, si aún encima le añadimos más elementos de ocio, la ecuación nunca puede salir mal.
Hace ya mucho tiempo que practico la pesca desde embarcación tanto en el río como en el mar, pero desde hace un par de años descubrí la pesca en kayak, un elemento que añade una emoción más a la pesca sin ninguna duda. Juntar dos deportes tan sumamente atractivos a la vez, hace que el disfrute se multiplique.


Las primeras veces que me subí a un kayak, las sensaciones fueron espectaculares, la pesca incluso en algún momento pasaba a un segundo plano, pues me maravillaba estar remando en aquel tosco kayak prestado que se movía lentamente por aquel bello paisaje que me rodeaba.


Poco a poco empecé a normalizar dentro de mi esas sensaciones y pasé a la acción, lo que realmente me encanta, que es pescar. Quise, como siempre hago en competición, avanzar más y experimentar nuevas sensaciones de pesca, así que fue en ese momento cuando contacté con Galaxy Kayaks, pues necesitaba un kayak que me permitiera practicar mi deporte con comodidad.  


Fue en ese momento cuando empecé a pescar a mosca desde mi Galaxy Cruz, gracias a su enorme estabilidad y su reducido tamaño, algo que no había hecho hasta el momento, cosa rara en mi, pues obviamente es la pesca que practico en el cien por cien de mis entrenamientos en río en lago.


Si hablamos de la pesca a mosca desde Kayak, tendremos que tener en cuenta unos cuantos detalles antes de aventurarnos. Mi consejo es que antes de nada, tendréis que entrenar el lance sentado, pues no tiene nada que ver con lanzar de pie, ya que tendremos mucha menos movilidad, y el obstáculo de estar más cerca del agua, con lo que será más fácil chapotear con nuestro estrimer en la superficie del mar o lago que queramos pescar.


A la hora de la elección del equipo vamos a ir por partes:
El kayak debe ser lo más estable posible, ya que haremos movimientos bruscos y más esfuerzos a la hora del lance que si pescáramos a spinning por ejemplo. También debemos tener en cuenta que si uno de los principales enemigos de la pesca en kayak es el viento, si hablamos de pescar a mosca, este condicionante pasa a ser aún más importante, ya que no usamos un carrete que nos permita recoger más rápido para volver a lanzar, y debemos optimizar al máximo nuestros lances.  Dicho esto, deberíamos elegir un kayak corto con la menor superficie de fricción con el viento para tener menos deriva. El galaxy cruz reúne a la perfección estas cualidades.


Para evitar estos problemas de deriva podemos llevarnos un ancla que nos permita mantener la posición en caso de encontrar una buena zona de pesca.


Otra cosa que tendremos que tener en cuenta es el equipo de pesca. Al igual que desde embarcación o desde pato, necesitamos una caña de 10 pies y una línea 6 o 7 que nos permita alcanzar una buena distancia con moscas de gran volumen, e incluso líneas 8 o 9 para la pesca en el mar.


Las líneas pueden variar mucho dependiendo de los tipos de pesca que queramos hacer. Tenemos líneas en el mercado para pescar todas las capas de agua hasta un máximo de unos  15 metros de profundidad. Para la pesca a mosca, lo normal y más sencillo es buscar los peces en las capas más superficiales hasta unos 4 metros de profundidad.
Las moscas también puede ser muy variables, aunque para grandes depredadores siempre nos vamos a centrar en pescar con estrimer de varios tamaños. En el caso de las lubinas, podremos usar poppers y paseantes en las épocas de verano, que nos asegurarán un gran disfrute por sus espectaculares ataques en superficie.


Mi consejo es iniciarse en lagos con garantía de éxito para engancharnos a esta apasionada fusión de sensaciones, y si queremos empezar en el mar, destinar nuestras primeras jornadas a los pequeños túnidos o en zonas de ría dónde podamos tentar a las numerosas lubinas que habitan en ellas en verano.


Os animo a probar, con tiempo y paciencia, siempre llevaréis vuestra caña de mosca encima del kayak.